El té
El té es la segunda bebida más consumida del mundo después del agua. Se bebe desde hace miles de años y su consumo se ha extendido a casi todos los países del mundo.
Hay leyendas chinas que cuentan la supuesta historia del origen del té. Una de las más extendidas relata que la costumbre de usar las hojas de té para dar buen sabor al agua hervida, se empezó a dar por primera vez en China hacia el 250 A.C. El emperador ShenNung descubrió esta bebida accidental
cuando estaba hirviendo agua a la sombra de un árbol. Unas hojas cayeron en la olla del emperador que bebió la infusión resultante. Así descubrió el té.
La «edad de oro» del té corresponde a la época de la dinastía Tang. Donde dejó de entenderse como un tónico medicinal y empezó a extenderse su consumo por placer. Durante este periodo el té adquirió tal importancia que un grupo de comerciantes encargaron al escritor Lu Yu que escribiera el primer libro sobre el té, «Su Cha Ching», conocido como el «libro sagrado del té».
Hasta llegar a la palabra tea en inglés, se le han dado nombres muy variados: tcha, cha, tay, tee... El nombre inglés no surge del Chino Mandarín Tcha, sino del dialecto de Amoy, porque los primeros contactos entre los comerciantes holandeses y los chinos fueron en el puerto de Amoy, en la provincia de Fujian. Aquel nombre pasado al holandés, se tradujo como thee, y de ahí derivan casi todos porque los holandeses fueron los primeros en importar té a Europa.
Antioxidante, depurativo, digestivo, rico en minerales, sodio, flúor y vitaminas
Los beneficios para la salud que ha encontrado la ciencia varían un poco dependiendo de la gama de té que uno elija, si bien la mayoría de estudios se han hecho sobre el té verde. Sin embargo, a grandes esbozos, es antioxidante, depurativo (ayuda a eliminar líquidos) y digestivo, rico en minerales, sodio, flúor y vitaminas A, B y C. Esto refuerza el sistema inmunitario y pueden ayudar al cuerpo a protegerse en caso de virus o infecciones. También hay algunos estudios que hablan sobre mejoras en enfermedades que degeneran las capacidades cognitivas como el Alzheimer o Parkinson e incluso algunos intentos de asociar las propiedades de los polifenoles predominantes en el té verde (EGCG, EGC, ECG y EC) y su considerable actividad captadora de radicales libres en la prevención del cáncer.
Los tipos de té que hay pueden llegar a ser un dolor de cabeza si uno intenta ser estricto. Cierto es que existen más de 3.000 variedades,
pero esto es porque, por ejemplo, el té verde chino y el té verde japonés se considerarían distintos, ya que difieren en sus tiempos de recolección y modo de preparación. No obstante, un occidental no instruido tiene difícil notar la diferencia y en general.
Historia del té
El té en sus múltiples presentaciones es la tercera bebida más popular del mundo después del agua y el café. La costumbre de servir hojas de la planta del té (Camellia sinensis) para conferir un buen sabor al agua hervida se utilizó por primera vez en China hacia el año 250 a. C. y desde ese momento se ha expandido a casi todas las regiones del mundo con una gran aceptación de los consumidores.
Consumido inicialmente como un tónico medicinal, la popularidad del té fue creciendo hasta convertirse en una bebida mística que desarrolló nuevas tradiciones y rituales para su consumo. El té fue tan importante para la cultura china que incluso tuvo su Edad de Oro -durante la dinastía Tang- y su libro sagrado, el Cha Sing o Arte Clásico del Té,30 en el que se detallan de manera poética las diferentes técnicas y formas de prepararlo. Otra contribución del té fue el desarrollo de la cerámica en China, con el propósito de desarrollar utensilios para su consumo que caracterizaran y diferenciaran la riqueza de la gente que los poseía.
Difrencia entre un té e infusión
Las infusiones se preparan con agua muy caliente pero sin que esta llegue a hervir, a la que se le añade plantas naturales que pueden o no ser té.
Debido a que muchas de estas bebidas (infusiones digestivas o infusiones para dormir), son completamente libres de teína y están realizadas en base a otras plantas medicinales. Plantas como la manzanilla, la melissa o la cola de caballo son consideradas infusiones y no té.
Mientras que, el té es siempre realizado con plantas que proceden de la camellia sinencis (un arbusto cuyas hojas son secadas apenas son recolectadas), y que contienen teína, una sustancia estimulante, químicamente idéntica a la cafeína.
Un gran ejemplo de estos es el té verde, el té blanco, el té negro, el oolong o el té rojo. Además, este tipo de bebida debe prepararse siempre con agua hirviendo y, aunque ofrece varios a la salud, no es recomendable que las consuman personas sensibles a los estimulantes.
Hay leyendas chinas que cuentan la supuesta historia del origen del té. Una de las más extendidas relata que la costumbre de usar las hojas de té para dar buen sabor al agua hervida, se empezó a dar por primera vez en China hacia el 250 A.C. El emperador ShenNung descubrió esta bebida accidental
cuando estaba hirviendo agua a la sombra de un árbol. Unas hojas cayeron en la olla del emperador que bebió la infusión resultante. Así descubrió el té.
La «edad de oro» del té corresponde a la época de la dinastía Tang. Donde dejó de entenderse como un tónico medicinal y empezó a extenderse su consumo por placer. Durante este periodo el té adquirió tal importancia que un grupo de comerciantes encargaron al escritor Lu Yu que escribiera el primer libro sobre el té, «Su Cha Ching», conocido como el «libro sagrado del té».
Hasta llegar a la palabra tea en inglés, se le han dado nombres muy variados: tcha, cha, tay, tee... El nombre inglés no surge del Chino Mandarín Tcha, sino del dialecto de Amoy, porque los primeros contactos entre los comerciantes holandeses y los chinos fueron en el puerto de Amoy, en la provincia de Fujian. Aquel nombre pasado al holandés, se tradujo como thee, y de ahí derivan casi todos porque los holandeses fueron los primeros en importar té a Europa.
Antioxidante, depurativo, digestivo, rico en minerales, sodio, flúor y vitaminas
Los beneficios para la salud que ha encontrado la ciencia varían un poco dependiendo de la gama de té que uno elija, si bien la mayoría de estudios se han hecho sobre el té verde. Sin embargo, a grandes esbozos, es antioxidante, depurativo (ayuda a eliminar líquidos) y digestivo, rico en minerales, sodio, flúor y vitaminas A, B y C. Esto refuerza el sistema inmunitario y pueden ayudar al cuerpo a protegerse en caso de virus o infecciones. También hay algunos estudios que hablan sobre mejoras en enfermedades que degeneran las capacidades cognitivas como el Alzheimer o Parkinson e incluso algunos intentos de asociar las propiedades de los polifenoles predominantes en el té verde (EGCG, EGC, ECG y EC) y su considerable actividad captadora de radicales libres en la prevención del cáncer.
Los tipos de té que hay pueden llegar a ser un dolor de cabeza si uno intenta ser estricto. Cierto es que existen más de 3.000 variedades,
pero esto es porque, por ejemplo, el té verde chino y el té verde japonés se considerarían distintos, ya que difieren en sus tiempos de recolección y modo de preparación. No obstante, un occidental no instruido tiene difícil notar la diferencia y en general.
Historia del té
El té en sus múltiples presentaciones es la tercera bebida más popular del mundo después del agua y el café. La costumbre de servir hojas de la planta del té (Camellia sinensis) para conferir un buen sabor al agua hervida se utilizó por primera vez en China hacia el año 250 a. C. y desde ese momento se ha expandido a casi todas las regiones del mundo con una gran aceptación de los consumidores.
Consumido inicialmente como un tónico medicinal, la popularidad del té fue creciendo hasta convertirse en una bebida mística que desarrolló nuevas tradiciones y rituales para su consumo. El té fue tan importante para la cultura china que incluso tuvo su Edad de Oro -durante la dinastía Tang- y su libro sagrado, el Cha Sing o Arte Clásico del Té,30 en el que se detallan de manera poética las diferentes técnicas y formas de prepararlo. Otra contribución del té fue el desarrollo de la cerámica en China, con el propósito de desarrollar utensilios para su consumo que caracterizaran y diferenciaran la riqueza de la gente que los poseía.
Datos importantes del té
• # 1 Todos vienen de la misma planta.
• #2 El té tiene más cafeína que el café
• #3 La temperatura del agua varía según el tipo de té
• #4 Es mejor hacer tú propio té helado que comprarlo.
• #5 Agregarle leche evita que tus dientes se manchen.
• #6 El té verde es un arma poderosa para prevenir el cáncer.
Difrencia entre un té e infusión
Las infusiones se preparan con agua muy caliente pero sin que esta llegue a hervir, a la que se le añade plantas naturales que pueden o no ser té.
Debido a que muchas de estas bebidas (infusiones digestivas o infusiones para dormir), son completamente libres de teína y están realizadas en base a otras plantas medicinales. Plantas como la manzanilla, la melissa o la cola de caballo son consideradas infusiones y no té.
Mientras que, el té es siempre realizado con plantas que proceden de la camellia sinencis (un arbusto cuyas hojas son secadas apenas son recolectadas), y que contienen teína, una sustancia estimulante, químicamente idéntica a la cafeína.
Un gran ejemplo de estos es el té verde, el té blanco, el té negro, el oolong o el té rojo. Además, este tipo de bebida debe prepararse siempre con agua hirviendo y, aunque ofrece varios a la salud, no es recomendable que las consuman personas sensibles a los estimulantes.
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